23 de noviembre de 2017

Encuentro de Aikido en Sevilla

Encontrarse con compañeros afines a una misma idea de la practica, sin ninguna otra pretención que compartir conocimientos, va siendo cada vez más escaso en este mundo marcial tan jerarquizado. No obstante, no se debe de perder esa buena costumbre de juntarnos y disfrutar de una mañana de entrenaniento.



En esta ocasión me ha tocado a mi, llevar al grupo. Se ha introducido a los Aikidokas en el sistema de Kenjutsu propio de nuestra escuela. Como el grupo era variado, algunos con conocimiento de Kenjutsu y otros que comienzan a iniciarse, centramos la práctica en hacer una relación entre el manejo del bokken y las tecnicas de manos vacias, propias del Aikido.


Inciamos con técnicas de corte descendentes, Shomen Uchi, Yokomen y Gyakumen Uchi. Después, diferentes formas de desplazamientos que ayudan a saber moverse de forma coordinada. "Cuerpo y Ken una sola cosa". El Ken Tai no Ichi como concepto de unidad. Es importante entender que los principios del manejo del sable son perfectamente transferibles al Aikido en su faceta de Taijitsu. Podemos equivocarnos, al querer trasladar de forma exacta, movimientos de la espada a las técnicas de mano vacio o peor aún, al reves, el bokken moviendose sin sentido imitando los gestos del Aikido.

Hay cosas en las escuelas tradicionales de espada que suman, y de ahi que estemos desarrollando este tipo de trabajo, no como algo simbolico dentro del Aikido, sino como Aikido mismo.

Después de la practica individual de suburis, pasamos a una introducción de kumi-tachis. Se trabajo sobre la distancia, el momento adecuado para defender o esquivar, asi como la tactica o estrategia a elegir. El trabajo propuesto fueron los tres primeros kumi-tachi, donde predominan las esquivas y contra-ataques que finalizan en control del oponente. Seguidamente, se subio un poco el nivel pasano a movimeintos combinados, igualmente los tres primeros rensokus de kenjutsu de nuestra escuela.


Trás un breve descanso, nos introducimos directamente al Aikido donde fuimos poco a poco desglosando los diferentes conceptos que se trabajaron con el Ken, adaptandolos a las técnicas, tanto de Katame waza como de Nage waza. Iniciamos con Ikkyo sobre dos ataques, katate dori y shomen uchi, ambos ataques iban a ser los empleados en las diferentes técnicas. Shiho Nage, Ude Kime Nage, Kokyu Nage, Irimi Nage, etc. En Ikkyo por ejemplo, entre otras técnicas vimos: elevar las manos para defender y desequilibrar al Uke, visualizando la elevación del bokken (furi kabute) antes de iniciar la bajada o el corte (kiri otoshi) y conducción hacia el suelo.


El ambiente de practica era distendido, a la vez que concentrado. Todos los asistentes independientemente del nivel técnico personal, mostrarón una correcta actitud, a pesar de la complicación en aplicar nuevos conceptos a sus técnicas habituales. Todo cambio implica un esfuerzo pero también es una oportuniad para progresar, salir de la zona de confort. 
Observarse y ver que pasa dentro de nosotros, por que rechazamos, por que justificamos, o por que lo aceptamos. Esto es Aikido interno, no se trata de ritualizar todo lo que hacemos, de darle tanta seriedad. Debemos practicar para mejorar nuestro Aikido, pero también, mejorarnos nosotros.


Los conceptos trabajados son universales, una estructura corporal correcta, sentido del peso en las proyecciones y continuidad. Las distancias varian dependiendo del tipo de ataque e igualmente el momento defensivo. Go no sen o Sen no sen, han sido aplicados tanto en el trabajo de Ken como en manos vacias. Saber espera hasta el último momento para que el oponente no pueda rectificar su ataque, se manifiesta exponencialmente en el trabajo de Kenjutsu. También entrenamos el espiritu combativo (kihaku) con las katas de Kenjutsu. Si se es capaz de esperar hasta el último momento el ataque que uke realiza con el bokken, sera mucho más fácil recibir la agresión cuando se nos ataca con las manos vacias.


Lo ataques de mano vacia sobre todo los Te Gatana deben imitar los ataques de sable en el sentido de realidad, es decir un sable es un arma que nos puede costar la vida si nos alcanza. Con esa idea debemos trabajar, sentir que si fallamos en el ataque o en la defensa, no saldriamos ileso. Si se trabaja de esta manera seguro que crecemos. No se trata de inflingir daño, sino de tomar conciencia de que el oponente nos debe atacar correctamente para que nuestras respuestas sean adecuadas en intensidad, eficiencia y naturalidad.

Trás una mañana intensa y para mi muy beneficiosa a nivel personal y como docente, se hizo entraga a los asistentes de un certificado y foto de grupo de rigor.


Desde Kobukan queremos dar las gracias a todos los participantes a este primer curso de Aikido y Aiki-ken. En especial a Iñigo Castellano, instructor del Dojo Aikido Córdoba España. También al esfuerzo realizado por Antonio Repiso Moreno que conpagino perfectamente la practica con la realización de las fotografias.

José Navarro Parra.
Kobukan Sevilla.