A la hora de programar un examen de Aikido tenemos que tener en cuenta
varios factores para que esta prueba tenga una repercusión real en la evolución
del practicante y que no sea un mero pase de grado. En Aikido, se tiene muy en cuenta lo que se
llama la trilogía fundamental o Shin-Gi-Tai, es decir: los aspectos internos
del arte o sus principios, la técnica en su conjunto y la preparación física o
el desarrollo de las capacidades.
Podemos optar, como vemos en muchos programas, por pedir gran cantidad
de técnicas, sin que haya una comprensión de lo que hacemos, se supone que esta
llegará con los años de practica. Pero no se puede recoger lo que no se
siembra. Por el contrario pedir profundidad, olvidando la técnica. Este segundo
caso se da menos. Lo importante es buscar un equilibrio y no confundir el
trabajo de clase, donde podemos hacer de todo, ya que hay un ritmo de trabajo
evolutivo y coherente y se va a ir desarrollando hasta que salga, con un
programa lógico para pase de grado.
El alumno debe demostrar no la cantidad de técnicas que ha mecanizado,
sino su comprensión del Aikido en relación al nivel solicitado. Para ello
definimos una serie de conceptos por grado según consideremos asimilable e
importante, y que comulgue con nuestra idea del Aikido. Muchas veces se obvia
este punto en post de la técnica. Por ejemplo, algo común es solicitarse una
misma técnica (Ikkyo) en los diferentes test pero contra otro ataque. A mi
entender esto es más un trabajo que hay que desarrollar en el Dojo.
Saber hacer una técnica contra diferentes ataques no demuestra que ha
mejora la técnica en cuestión, es decir, que conoce el concepto o función
implícito en el kihon, demostrándose en muchos casos la misma carencia.
Cierto es que en Aikido hay tantas “técnicas” o “variantes” que
programar se hace a veces una tarea difícil. Pero no se debe de perder la
visión principal o el propósito por el cual, existen los exámenes.
Obviamente un primer 1er Kyu debe conocer al menos las 21 o 22 técnicas
del sistema e igualmente los ataques principales, y es ahí donde debemos
centrar el programa de examen. Cuales son las técnicas defensivas de Aikido,
cuales los ataques que más aporten a nuestro Aikido y por supuesto los
PRINCIPIOS que definen este arte.
Como reflexión, un examen no debe ser algo separado de nuestra práctica
diaria. Todos sabemos que antes de examinarse, sobre todo si la prueba no es en
el Dojo, enfocarse en el examen, o más bien en el programa especifico. Eso
suele ocurrir cuando nuestro Keiko en el Dojo esta alejado de lo solicitado por
la organización a la que pertenezcamos. Cosa que va a ocurrir fácilmente si
llevas años de práctica y búsqueda, que la experiencia te lleva a personalizar
y no casarte con modelos estándares.
José Navarro
Instructor Kobukan Sevilla.